En esta semana de septiembre se celebra una de las citas imprescindibles para los profesionales de la decoración: la feria de Intergift.
Como no podía ser de otra forma, ya me he dado una vuelta por los pabellones de Ifema y he notado que vuelve a ocurrir lo que está pasando en estos últimos años, se nota, y mucho, la crisis. Los pabellones están medio vacios, los pasillos son cada vez mas anchos y las zonas de descanso, aparte de aumentar en número, son cada vez mas amplias.
Muchos de los expositores han desaparecido, algunos de ellos auténticos iconos de la decoración y los stands de las marcas que se resisten a dejar de participar en esta feria son cada vez más pequeños y se nota que el presupuesto de montaje se ha tenido que reducir.
No recuerdo en que año visité por primera vez esta feria que, si la memoria no me falla, en esa época se llamaba "Regalo Fama", pero debió ser a principio de los ochenta estando yo en la escuela de decoración. El cambio ha sido importante, de tener una progresion ascendente, en la que cada año había más expositores y se iban aumentando pabellones, a descender casi en caída libre donde "no están todos los que son, ni son todos los que están". Mi gran sorpresa fue encontrarme un pabellón con stands donde se vendía pasta dentrífica, papel higiénico, pañuelos de papel...¡ lo nunca visto !, al menos yo nunca lo había visto, también puede ser que en mejores épocas la feria era tan grande que nunca me daba tiempo a llegar al final.
Pero también he encontrado cosas que me han gustado. El montaje del stand de Gajisa me ha parecido el más impactante, con ese despliegue de palets definiendo el espacio. El uso de palets para decoración no es una idea nueva, lo sé, pero ellos lo han hecho de una forma majestuosa que contrasta con la pobreza de casi todos los stand que le rodean y hace que "se le vea de lejos".
En Decoragloba no se han conformado con cualquier cosa, se han estrujado la cabeza para hacer algo diferente y lo han conseguido. A base de hileras de troncos de árboles rodeando las paredes y como puntos de apoyo para los expositores, han creado una atmósfera de cuento muy agradable.
Los espacios de Hanbel y Mompas siempre han sido de mis preferidos, me gustan sus espacios y me encantan todos los artículos que exponen, sus amplios sofás, sus muebles combinando hierro forjado y madera..... todos y cada uno de los elementos que exhiben me los llevaría a mi casa sin dudarlo un segundo. Qué pena no tener un pisito de `tres mil metros cuadrados´ para que me cupiera todo y una cuenta corriente de las que quitan el hipo para poder pagar la factura.
Y por último, un toque divertido, los peluches gigantes de osos polares para
alegrar cualquier escaparate y los imanes de muñecos de futbolín de Alegría Industries.
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